Carta a Marco Beltramo - 23 octubre 1924

“Subiré a Oropa y a los pies de la Virgen Morena voy a rezar por ti, aunque valgan poco mis oraciones, y después...te enviaré un recuerdo que nos deberá unir siempre con un vínculo inmaterial: una corona hecha con las semillas del jardín”

Carta a Marco Beltramo - 10 de abril de 1925

"En la vida terrena, después del afecto a los padres y hermanos, uno de los afectos más bellos es el de la amistad: y yo cada día debería agradecer a Dios porque me dio amigos tan buenos que son para mí una guía preciosa para toda mi vida.
Cada vez que trato a Clementina quedo admirado de su gran bondad y pienso en el bien inmenso que hará un alma así de hermosa. Ciertamente la Divina Providencia en su admirable designio se sirve a veces de nosotros, míseras ramitas, para obrar el Bien; y nosotros a veces no queremos conocer u osamos negar su Existencia. Pero nosotros, que gracias a Dios, tenemos la fe, cuando nos encontramos delante de un alma así bella, alimentada realmente en la fe, no podemos menos que encontrar en esto un signo evidente de la existencia de Dios, porque una bondad igual no se podría tener sin gracia de Dios. Y qué decir de Laura y Tina, almas generosas delante de las cuales pienso tantas veces en la ingratitud que yo he tenido con Dios, habiendo así correspondido poco a las grandes gracias que le Señor, en su Gran Misericordia, me dio siempre sin mirar mis pecados.
El ejemplo de estas tres almas ha sido para mí valiosísimo, en especial en ciertos momentos de la vida en las que la carne prevalece sobre el espíritu".

Carta a Marco Beltramo - 15 de junio de 1925

"En este mundo que se ha alejado de Dios falta la paz, pero falta también la Caridad, o sea el Amor verdadero y perfecto. Quizá si San Pablo fuese escuchado por todos nosotros, las miserias humanas serían un poco disminuidas".